Ciao.
¿Recuerdas donde lo dejamos en el capítulo anterior?
“Así que tuve claro que mi diagnóstico no había sido definitivo…si quería encontrarme bien del todo, necesitaba investigar más…y aunque ya empezaba a estar algo cansada, me armé de valor, con el apoyo incondicional de mi marido Dani que por suerte me acompañaba a todas las pruebas y decidimos seguir con la búsqueda.
¿Por donde decidimos seguir?”
Allí vamos…con el 3 capitulo de mi historia con KIA.
Mi confianza en la medicina tradicional, aunque si algo menos intensa, seguía intacta, a pesar de llevar ya unos meses dando tumbos y no teniendo claro, tras las varias pruebas, que era lo que realmente me estaba ocurriendo, así que decidí seguir por esta vía y empezando a comentar lo que me ocurría con amigos y conocidos, nos recomendaron otro gastroenterólogo, que también tenía consulta en una estructura hospitalaria muy conocida dentro de su sector y que parecía haber tratado temas parecidos.
Volví a explicarle mi historia hasta al momento y no teniendo el tampoco, como ya imaginaba, respuestas claras, ni mucho menos soluciones mágicas, me dió unas nuevas pruebas a realizar, queriendo descartar que a parte de la intolerancia al gluten, pudiese tener otro tipo de mala absorción alimentaria.
Así que me prescribió hacer una prueba de intolerancia a la lactosa y otra a la fructosa.
La lactosa es un azúcar que está presente en todas las leches de origen animal.
Ya hablé de ella en un anterior post con más detalle.
Es una intolerancia metabólica producida por un déficit de la enzima lactasa que ocasiona que la lactosa no sea digerida en el intestino y, por lo tanto, no absorbida debidamente. Esta situación puede desencadenar los síntomas de la enfermedad metabólica como dolores, hinchazón abdominal, diarrea, cansancio, etc.
Otra vez los síntomas coincidían con los que manifestaba, así que merecía la pena salir de dudas.
La fructosa es un monosacárido, también conocido como levuloso o azúcar de las frutas y la miel. Los síntomas de la intolerancia son bastante parecidos, para no decir idénticos a los de la lactosa.
Así que fui a por las dos pruebas, que realicé dos días distintos, dado que cada una, como me habían avisado, necesitaba disponer de un tiempo para realizarse, a parte que había que ir en ayunas, etc. y hacer una detrás de otra era inviable, dada la ingesta previa de cada solución.
Pues la primera que hice fue la de la fructosa y para mí tranquilidad dio negativo.
Con lo que disfruto comiendo frutas, verduras…ni me hubiera imaginado una vida, ni una temporada, sin ellas…y sin mucho más alimentos, dado que te sorprendería saber en cuantos productos está presente este azúcar.
En cuanto a la segunda, la de la lactosa, dio positivo bastante rápido.
Nuevamente, mi primera sensación fue de alivio, volvíamos a encontrar algo que podía ser causa de mi malestar, aunque tras un primer momento de alegría, volví a caer en el error de entrar en Internet y ver todo lo que Si llevaba lactosa y me dí cuenta que eran mucho más los alimentos que la llevaban, que los que no.
No solo se trataba de no poder tomar leche, quesos, yogures, helados…de los cuales mi alimentación hasta aquel momento estaba bastante rica y más aún habiendo eliminado el gluten, cuanto también embutidos, galletas, las mismas que había empezado a tomar sin gluten, carnes, salsas…en fin, que la combinación de SIN GLUTEN y SIN LACTOSA iba a ser una gran limitación alimentaria.
Encontrar algo que no llevase gluten, si te ponías a consciencia, tampoco costaba tanto, siempre que tenías claro donde buscar.
Por otra parte, la de encontrar algo sin lactosa, era algo más complicado, pero también se podía conseguir…pero cuando la búsqueda empezaba a ser SIN los dos, la cosa ya se complicaba y mucho…mi mundo iba cambiando por momentos.
Tuve que volver a caerme para conseguir levantarme otra vez…tuve que volver a estudiar mi dieta, a documentarme…pero todo era para una buena causa: ESTAR BIEN, y esto lo merecía todo.
¿Como me sentí al quitar también la lactosa de mi dieta?
Al principio, al quitar también este otro alimento, parecía que la cosa mejoraba, sobre todo las diarreas y el hinchazón de barriga iban disminuyendo, pero os engañaría diciendo que por fin me encontraba bien…seguía no estado 100% y a presentar varios síntomas de los anteriores descritos, que no estaban resueltos.
Volví a verme con el segundo gastroenterólogo que decidió recomendarme a una nueva doctora, compañera de la misma rama, pero por lo visto experta en “casos raros”…ya había entrado a coger esta etiqueta, cosa que en su justa medida me hacía hasta gracia, tenía que reírme, de nada me serviría mantenerme oscura y desanimarme.
Así que fuimos a esta nueva gastroenteróloga, ya la tercera, y como había pasado tiempo desde que había empezado mi dieta sin gluten y sin lactosa, me volvió a prescribir una endoscopia, para ver si tras mi nueva alimentación que estaba siguiendo tan escrupulosamente desde hace ya unos cuantos meses (aconsejan un mínimo de 6), mis vellosidades habían mejorado.
Además me dijo que tenía que hacer otra prueba, una colonoscopía, para descartar el síndrome del colón irritable, que también se manifestaba con síntomas parecidos a los míos o otras posibles dolencias, como la enfermedad de Crohn (también ya he hablado de ella en un anterior post), la colitis ulcerosa, entre varias.
¿Qué era esta nueva prueba? La colonoscopía….
Es una prueba médica que sirve para diagnosticar y tratar enfermedades del colon (intestino grueso).
Y es una prueba de lo más entretenida…sobretodo la preparación y la solución que hay que beber la noche anterior.
Tengo que decir que a día de hoy que ya he realizado 3, en lugar de llevarlo cada vez mejor, solo pensar hacer otra me mareo…pero como de todo hay que sacar lo positivo, es una prueba que te permite hacer una limpieza interior de lo más profundo y de veces en cuando casi se agradece, mi cutis por lo menos luego está unos días resplandeciente…
Así que si había llegado hasta aquí, a pesar de lo desagradable que pintaba la prueba, tenía que continuar “jugando”, dado que además Kia seguía no cayéndome en particular gracia…aunque ya la toleraba.
Me armé otra vez de valor, y tras haber seguido de forma escrupulosa la preparación previa, en un mismo día me hicieron las dos pruebas, como de costumbre con anestesia: uno de los mejores puntos de estas pruebas, porque me dormía tan profundamente, que aunque solo eran unos minutos, descansaba de forma increíble y me despertaba como nueva 🙂
¿Qué resultados se evidenciaron?
Pués muy pronto te seguiré contando…de momento espero tus comentarios por si también eres intolerante a la lactosa o a otro alimento, saber como te lo diagnosticaron, que alimentos tomas sustitutivos, que dificultades te encuentras a la hora de salir fuera de casa a comer, como te encontraste al quitarla…y más aspectos que quieras compartir.
Te espero.
Muchas gracias y feliz domingo
Baci
Claudia
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