Sin quejas 24 horas: ¿Te atreves?

Sin quejas 24 horas: ¿Te atreves?

Ciao amig@!

hoy para mí es un día muy especial…10 de marzo…mi pequeño príncipe Luca cumple su primer año y a pesar de que hoy puedo decir que hace justo un año que no duermo toda una noche seguida :)…no tengo ninguna duda que este ha sido el mejor año de mi vida, por lo menos hasta la fecha y en gran parte, o más bien en todo, se lo debo a la llegada de este pequeño angelito.

Como dije hace unos meses conversando con una muy buena amiga, este niño ha sacado lo mejor de mí y junto a su hermana mayor son sin duda el mejor REGALO que podía haber recibido en mi vida…y fuera de parecer una frase banal o una frase hecha…lo escribo porque es lo que siento en lo más profundo de mi alma…así que hoy he decidido que a pase lo que pase…no puedo permitirme el lujo de enfadarme, de estar triste, de disgustarme, de quejarme...por ninguna razón…porque hoy es UN GRAN DÍA.

Y es por ello que a pesar de llevar más de un mes sin publicar ningún artículo…ya sabes, priorizando mi tiempo cada vez más y mejor…hoy tenía muchas ganas de compartir esta vivencia contigo, querido/a lector, y aprovechar para saludarte, añadiendo a este post una nueva reflexión…para no perder las buenas costumbres.

Esta segunda maternidad me está aportando, enseñando, iluminando cada día con algo nuevo…seguramente porque me ha cogido más mayor, con más experiencia y, quiero pensar, con más madurez.

Así que con un constante aprendizaje sobre mi misma, sobre mis debilidades, sobre mis fortalezas, sobre mis límites, sobre mis emociones…cada día me sorprendo más, en lo bueno y en lo menos, dado que es una verdadera universidad…nada a que ver con mi carrera y masters :).

Y además de compartir este acontecimiento tanto especial para mí y mi familia, me apetece reflexionar juntos sobre una de los pensamientos que últimamente gracias al gran trabajo de algunos de mi coachée, ronda por mi cabeza.

¿Te has parado nunca a pensar que es lo que estás expresando cuando te QUEJAS?

¡No me digas!… ¿Eres de los que nunca se queja?.

Ok, me lo creo…porque si conozco personas a quien nunca o casi nunca las he oído quejarse y por suerte en mi familia política es bastante un lema común, por empezar por mi querido Dani: una de las personas más positivas y menos dadas a la queja que conozco. Gracias por enseñarme tanto cada día.

Pero por suerte o por desgracia, no somos todos iguales y yo por primera, seguramente en cambio, debido a mi educación, soy culpable de utilizar esta herramienta en las conversaciones de mi día a día más a menudo de lo que me gustaría…expresando, en general, mi frustración hacía algo que no ha ido como yo quería y que me hace sentir incomoda.

Me puedo quejar por algo que pasó o bien por algo que no pasó…cuando considero algo injusto…cuando alguien no cumple con su palabra…y seguro que cada uno de nosotros tiene miles de situaciones donde se queja o se ha ido quejando.

A partir de allí, cada uno tiene su estrategia de queja…y como leí en mi libro favorito de las distinciones, podríamos clasificar 3 tipos de quejas:

1. Algunos prefieren quedarse con la queja por ellos mismos, por miedo a que si la expresan pase algo o, muchas veces, porque consideran que expresarla abiertamente no sirva de nada: “Total, ¿para qué?…Si se lo digo no cambiará nada.”

2. Otros optan por compartir la queja con otra persona, alguien con quien vaciarse, buscando casi un aliado que le apoye en su visión de los hechos: “¿Te lo puedes creer lo que me hizo?…¿No te parece increíble?…¿Lo ves igual que yo, verdad?”

3. Finalmente, hay también quien expresa su queja a quien la originó, pero no con la idea de construir, cuanto más bien de culpabilizar, vaciar, desahogarse: “Lo que me hiciste estuvo fatal…Se lo que pretendes conseguir…No tienes justificación, o cambias o a partir de ahora no vamos a tener ningún tipo de conversación”.

¿A alguien le suena alguna de ellas? Quien esté libre de culpa que tire la prima piedra :).

Dependiendo de la situación, la misma persona puede usar una o otra de las estrategias descritas anteriormente y hasta para la misma situación podemos utilizar las tres una detrás de otra …pero si nuestro objetivo es CONSTRUIR, ARREGLAR, AVANZAR HACÍA ADELANTE, tendríamos que aparcar la queja, para cuanto alivio nos pueda proporcionar en un primer momento y optar para una nueva estrategia, que es la de la RECLAMACIÓN.

En este último caso la idea no será vaciar, acusar, reprochar…cuanto más bien SANAR la relación con otra persona.

¿Y que es lo que podemos hacer para actuar desde este nuevo paradigma? ¿Alguna idea?

De entrada mantenernos calmados, dejar al lado la carga negativa, explicar nuestro punto de vista pero también preguntar y escuchar el de la otra persona, ser sinceros, no reprochar o culpar y, sobretodo, buscar arreglar, dejando que el otro se pueda disculpar o hacerlo nosotros y con una visión orientada al futuro y no quedándose anclados en el pasado.

Ya lo sé…todo esto es la teoría pero la práctica es otra cosa…¿Pero que tenemos que perder en probarlo?.

El otro día no se donde también leí que alguien había puesto en práctica un ejercicio que consistía en tener prohibido quejarse durante 24 horas y que cada vez que lo hacía tenía que volver a empezar desde cero, poniendo la cuenta atrás y que llevaba varios días que no avanzaba más que unos pocos minutos, dado que cada vez caía en la queja.

Parece increíble…pero me lo creo…porque quejarnos nos hace estar a gusto en nuestra zona de confort…nos resulta tan fácil, nos mantiene “calentitos”…no nos responsabiliza, más bien nos hace sentir víctimas frente a los otros y ¿Que mejor estrategia para quedarnos sin movernos…para apalancarnos, para quedarnos estancados?.

Siento que alguien se pueda sentir aludido, o se pueda ofender…no escribo este post con ninguna de estas intenciones, dado que como además acabo de escribir, la queja es algo que a pesar de que me cueste reconocerlo, utilizo yo también más a menudo de lo que me gustaría…aunque es cierto que algo os quiero provocar, desde mi espíritu de coach.

Y a parte provocar, escribo este post con la intención, como de costumbre, de pararnos a reflexionar un poco todos…de ser consciente de cuando estamos en la queja, de valorar que nos aporta y de probar una distinta mirada, la de la reclamación…por ejemplo y ver que ocurre.

De entrada te invito a este mini ejercicio de NO QUEJAS DURANTE 24 HORAS…¿Como lo ves?

¿Que son 24 horas? nada…venga adelante…y luego te espero para compartir como te ha ido y una vez superes las 24 horas, un pasito más…48h y así a seguir hasta a llegar a 1 semana sin quejas…¿Imposible?…:)…puede que si, pero por lo menos estaremos aprendiendo a ser conscientes de cuando nos quejamos y podremos decidir de forma consciente si queremos estar en la queja o queremos cambiar…porque ahora, a mi parecer, es un proceso tan automático, que lo utilizamos de forma totalmente inconsciente.

Bueno yo empiezo…pero no vale hacer trampa…recordar a la primera queja, contador a cero y vuelta a empezar.

Good job 🙂

Have a nice day! 1,2,3….

Besos y abrazos y AUGURI AL MIO PRINCIPINO LUCA…GRAZIE PER TUTTO QUELLO CHE CI REGALI OGNI GIORNO.

Claudia

1_año

Submit a Comment

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *