¿Cuanto valoras tu tiempo?

¿Cuanto valoras tu tiempo?

Ciao!

¿Cómo está yendo el mes de octubre?

Yo tengo la sensación de que está volando…así como los meses anteriores…si hace nada estábamos planeando las vacaciones de verano y ahora, ya están casi olvidadas y estamos ya pensando en las navidades y, es muy fuerte lo que voy a escribir, pero seguro que ya unos cuantos han empezado  a fantasear sobre lo que harán durante el próximo mes de agosto…¡¡¡y faltan aún casi 10 MESES!!!

¡Esto es increíble, no puede ser!

Y, no se si te pasa, pero cuando tienes hijos, parece que todo vaya aún más de prisa…

Que si la espera de los 9 meses de embarazo, que si cuando ya tenemos el bebé aquí todo va en función de cuando empieza a comer alimentos sólidos …que si la primera fruta, los cereales, la verdura…que si duerme ya solo/a, que si va a la guardería, que si se aguanta sentadito/a…que si empieza a gatear, sus primeras palabras…y en nada ya te ha pasado un año y no te has dado ni cuenta…aunque luego, si te miras al espejo, SI que se nota, y tanto 🙂 las noches sin dormir y las prisas para llegar a todo combinando casa, niños, trabajo…pasan factura, y quien no esté de acuerdo que levante la mano y nos explique como lo hace 🙂

En fin…que el tiempo no perdona, ni es elástico, ni se puede dilatar, ni es sostituible …lo bueno es que es equitativo, eso si, es igual para todos: 24 horas al día, ni más ni menos…y cuando se pierde, ya no lo podemos recuperar.

Hace un par de días estaba justo preparando un taller de formación para mis alumnos de Iº…y seguramente influenciada por el argumento: LA GESTIÓN DEL TIEMPO, tras más de un día leyendo y trabajando sobre ello, no pude evitar de reflexionar mucho sobre el tema y darme cuenta de que es un bien MUY ESCASO y de que no siempre le asignamos todo el valor que en realidad si tiene.

Por ejemplo, pensamos a cuando somos niños, ni nos damos cuenta de lo preciado que es, su percepción es muy relativa…mi niña de 6 años, solo sabe que de lunes a viernes tiene que ir al cole y luego tiene 2 días para descansar…y ahora empieza a darse cuenta de que hay un “Hoy”, un “Ayer” y un “Mañana”…aunque la espera de solo media hora se le puede eternizar, así como puede pasar 5 horas jugando y pensar que han pasado solo unos pocos instantes…y que feliz es…porque no piensa en el mañana, solo en el aquí y ahora, en el disfrutar y vivir el momento, tanto si se está aburriendo, así como si se lo está pasando en grande…cuanto tenemos que aprender de ellos. De echo cuando me pregunta, mientras está haciendo algo: “¿Mami y que haremos después?”… casi nos “enfadamos” con mi marido y pensamos: “Ya está, ya le estamos transmitiendo a la niña nuestras prisas y ansiedades por el mañana” y le contestamos de que disfrute de lo que está haciendo ahora y que ya pensaremos en el después 🙂

Luego, cuando somos algo más mayores…tampoco está tan mal, seguimos creyendo que tenemos toda una vida por delante, que son invencibles, que podemos con todo y que además tenemos todo el tiempo para lo que nos propongamos…Esto sigue siendo genial, aunque ya la percepción del ayer, hoy y mañana, empieza a estar más presente y a muchos nos pasa de tener ya sueños y quererlos transformar en realidad, aunque aún nos concedemos tener segundas y terceras oportunidades, porque pensamos que si nos equivocamos, aún tenemos todo el tiempo para volver a intentarlo…

Finalmente, llegamos a la edad adulta y allí el “Ayer” empieza a tener un peso ya bastante elevado…así como el presente, las obligaciones, las necesidades, las responsabilidades, son lo que nos suele marcar…así que aunque sepamos que el tiempo no es infinito, que hay una fecha de caducidad para tos@s y que si queremos hacer algo, habría que hacerlo ya porque nadie nos puede asegurar hasta cuando tendremos un “mañana”…el día a día nos puede y acabamos, mucha veces, viviendo en el presente, aparcando nuestros sueños.

Pero esta vez, no siendo capaz de disfrutar del ahora, así como cuando lo hacíamos como niños, más bien quedando atrapados en un presente que a lo mejor no nos satisface, pero como es lo que conocemos, lo que nos hace sentir cómodos, aunque no nos guste, y lo que consideramos no puede ser otra cosa, porque hay una obligaciones que cumplir, allí nos quedamos, esperando que pasen las horas y viviendo solo en función de que llegue el fin de semana o las próximas vacaciones para poder huir de una realidad que no nos gusta y que pero no nos vemos capaces, ni nos permitimos, poder cambiar.

Sinceramente, espero que no sea este último tu caso…pero si así fuera, no hay nada mal en reconocerlo…y tras ello, ponernos manos a la obra para cambiarlo…¿Qué te parece? claro, como hablamos varias veces con mis coachée, te tiene que apetecer el cambio…lo tienes que querer, necesitar…

Yo llegue a esta conclusión hace justo un tiempo y aunque necesité un poco más para llegar a digerirlo y a decidir tomar cartas en el asunto, ahora no podría estar más satisfecha del cambio que he dado a mi vida y aunque es cierto que me considero exigente y que además me gustaría mejorar constantemente, crecer, evolucionar y desarrollarme y aún tengo mucho recorrido por delante y aspectos de mejora, estoy feliz de como estoy valorando y gestionando mi tiempo a fecha de hoy, aunque es cierto, que sigo pensando que me gustaría que el día tuviese algo más que 24 horas, esto no lo puedo negar 🙂

Me di cuenta que estaba desperdiciando mi tiempo en algo que es cierto que me daba algunas ventajas muy claras, pero estas tenían muy poco peso en mi “balanza” personal, donde, en cambio, al poner otros elementos, estos tenían mucho más peso con respecto a las ventajas que tenía malgastando mi tiempo en algo que, hablamos claro, simplemente me estaba garantizando la seguridad de poder cumplir con unos pagos a final de mes, ni más ni menos. Y con esto no quiero decir que estas ventajas no fueran prioritarias, y siguen siéndolo, pero ahora puedo decir con toda seguridad que puedo seguir teniendo estas mismas ventajas y cumplir con “mis responsabilidades mensuales”, teniendo en cambio la sensación de APROVECHAR MI TIEMPO  al máximo…y, como decía, porque el día no tiene más horas, porque seguro que si no lo exprimiría aún más.

Preparar las clases para mis alumnos, las sesiones con mis coachée, impartir una clase, realizar una sesión de coaching, soñar con un proyecto y ponerle patas, alimentar mi web y mi blog, comer o tomar un café con una amiga, compartir con un/a compañero/a ideas y proyectos….y lo mejor: llevar cada mañana mis niños al cole con mi marido, desayunar con ellos, irlos a buscar siempre que puedo, conocer sus compañeros de clases y saber quien es el padre de quien, llevarlos al parque, correr al lado de la playa con mi marido…esto es para mi APROVECHAR MI TIEMPO, cada día, cada hora, cada minuto, cada segundo…y aunque llegas al final del día agotado y con el único objetivo de cerrar los ojos unas horas y recuperar fuerzas, al mismo tiempo estás deseando volver a levantarte y disfrutar de un nuevo día y de cada minuto que le pertenece.

Así que hoy mi objetivo con este post no es darte una clase de gestión del tiempo, esto lo reservo para mis alumnos, aunque si te interesara en privado podríamos compartir algunos pequeños trucos que seguro te podrían funcionar bien :), pero si invitarte a la reflexión sobre si realmente estás valorando tu tiempo y ayudarte a pensar de, si consideras que lo estás desaprovechando, como lo podrías hacer mejor, para que te sintieras más a gusto con tí mismo y con su gestión.

De entrada, te propongo contestar a estas tres preguntas, con respecto a tu Gestión del tiempo:

– ¿Que quieres mantener? en pocas palabras: ¿Cuales son tus puntos fuertes?

– ¿Que quieres eliminar?…¿Cuales son tus áreas de mejora? Y AQUÍ DEDICALE TODO EL TIEMPO QUE NECESITES…¿Qué es lo que no te está aportando nada y que, al revés, te da la sensación de que te hace PERDER TIEMPO?

– ¿Que te gustaría incorporar de nuevo? Y AQUÍ TAMBIÉN, detente el tiempo que te hace falta…¿Qué te apetece incorporar en tu vida?¿Qué echas en falta?

Tomate tiempo para contestar a estas preguntas y una vez lo tengas claro, te propongo ponerte algunos objetivos…yendo de lo más general a lo más concreto, o al revés, lo que te resulte más fácil y estimulante:

– ¿Qué objetivos son prioritarios para tí para el próximo año?

– ¿Qué objetivos son prioritarios para tí para el próximo mes?

– ¿Qué objetivos son prioritarios para tí para la próxima semana?

¿Qué tal? ya los tienes…no tengas prisas..esto a lo mejor merece una buena taza de té/café, música relajante y disfrutar del momento…PUEDES SOÑAR y, ¿lo mejor para mi? Tras el sueño…y su visualización, ponerle fecha y hacerlo realidad…y te aseguro, que cuando lo puedes tocar, ¡¡¡no hay nada de más estimulante y excitante!!! Probar para creer 🙂

Así que sin ROBARTE  más tiempo, y con la idea que este post lo que consiga es HACERTE GANAR TIEMPO…te deseo un muy feliz domingo y una mejor semana…con la esperanza de leer tus comentarios y saber como has decidido APROVECHAR tus próximas horas, por ejemplo 🙂

Un beso enorme

Claudia

el-tiempo-de-los-que-vienen-300x300

4 Comments

  1. Bien, Pero podrías hacer mención del tiempo en la 3ª edad, aunque la tengas lejos.

    • Toda la razón mi querido suegro! Pero como tu bien dices y yo misma comentaba, lo del post es como costumbre, desde mi experiencia personal y esta perspectiva aún me falta…porque no nos cuenta tu? Seguro que tu experiencia dará al post una visión mucho más completa:) un beso y mil gracias por tu aportación muy acertada

  2. Me parece un tema muy interesante, ya que los jóvenes, me incluyo, no sabemos aprovechar el tiempo o no lo sabemos organizar debidamente y este post te invita ha hacer una reflexión. 🙂

    • ¡Genial Valeria!Gracias por tu aportación…el primer paso es reconocer la mejora que queremos hacer:)
      Y si te apetece compartir algunas de las reflexiones que te ha generado la lectura del post…estaremos encantados de leerte 🙂 saludos!

Submit a Comment

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *